Nuestro compañero Pedro J. Rayo Álvarez es Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Extremadura, en puertas de doctorarse en Economía Financiera y Contabilidad y Máster de Fiscalidad y Contabilidad. Sin embargo, no son éstas las razones únicas por las cuales está en el claustro de Centro Universitario Santa Ana.
Pedro manifiesta una serie de habilidades sociales que son claves en el mundo empresarial del siglo XXI y que traslada de forma natural al aula: el entusiasmo, el liderazgo, la capacidad de trabajar en equipo, la creatividad, la innovación y la facilidad para la comunicación. Tiene iniciativas y destrezas varias que aplica tanto en su vida profesional como privada y así lo demuestra su participación en la vida social del entorno en el que vive y trabaja. Pedro, además de su actividad docente colabora y es el motor de asociaciones juveniles fundamentalmente relacionadas con acciones de emprendimiento social que potencian los valores del ser humano.
Es autor de diversas publicaciones relativas al ámbito de la economía y la empresa con la editorial Mc Graw Hill. Además, ha sido distinguido con premios académicos en todos los estudios emprendidos.
Cuando le preguntamos acerca de su experiencia como docente en el Centro Universitario Santa Ana Pedro contesta:
Es gratificante y enriquecedora. Gratificante por la satisfacción de trabajar con personas y formar parte de una etapa importante en la vida de los alumnos que va a marcar su posterior desarrollo personal y profesional. Y es enriquecedora porque me permite compartir momentos, reflexiones y vivencias tanto con los compañeros del claustro como con los alumnos. Además, el estar dando clase en titulaciones que no tienen una relación directa con las asignaturas que imparto, me permite tener otro punto de vista en estas disciplinas y me posibilita una actualización y una profundización en determinados temas.
Pedro ¿qué te gustaría decirle a tus alumnos desde aquí?
Sed como la planta del bambú japonés que tras 7 años de aparente inactividad, en solo seis semanas crece más de 30 metros, porque tomó su tiempo para formar un sistema de raíces que permitiese ese crecimiento y espero que parte del tiempo compartido con vosotros haya sido “tiempo vivido” y que os ayude a crecer en lo profesional y personal.