Si hay un autor de recorrido espectacular en ese género tan de moda como es de la novela histórica, este es Jesús Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962). Un autor que tiene mucho de personaje de sus libros: juez, estudió luego Filosofía y Teología y se ordenó sacerdote, ejerciendo como párroco en San José (Mérida). Asimismo ejerce como profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana y, por si fuera poco, dirige la biblioteca de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura. Para concluir, se trata de uno de los novelistas de más éxito en España: las ventas de sus libros, de un volumen ya considerable, se cuentan en varios miles de ejemplares, cifra que alcanzan algunas, muy pocas, novelas del género.
No obstante, lo que distingue a Sánchez Adalid de otros es la persistencia del éxito de sus títulos, con un público fiel que le sigue en cada nueva entrega: desde el año 2000 en que publicó «La luz del Oriente», a la que siguió «El mozárabe», uno de sus grandes logros y que le abrió las puertas de la fama, pasando por «El cautivo», «El caballero de Alcántara», «Alcazaba», «El camino mozárabe», «La mediadora», «En tiempos del Papa Sirio» y esta que ahora nos ocupa, «Los baños del pozo azul».
Algunos creen haber dado en la clave de la fascinación que ejercen sus novelas cuando afirman que sus personajes están pensados como sujetos embarcados en un viaje iniciático en busca de paz y conocimiento interior. Y el autor conecta estos desvelos tan actuales de buena parte de la clase media occidental con esos otros deseos arcádicos de armonía, amor, libertad y un profundo interés en que Occidente y Oriente terminen al fin por encontrarse; haya una convivencia entre las razas y religiones que conforman la humanidad. Anhelos que perviven en cada una de las novelas de este autor que no termina de agotar así las razones de su éxito.
En «Los baños del pozo azul», Jesús Sánchez Adalid regresa a la Córdoba descrita en El mozárabe, novela de probado éxito. Después de haber escrito sobre Roma, Constantinopla, la Cataluña medieval, esa Córdoba de finales del primer milenio resulta un extraordinario marco para destacar la vida de una mujer excepcional, Subn Um Wallad, una mujer proveniente del norte de España, vascona, que fue la favorita del califa Alhaquén y madre del califa Hixem.
Cinematográfico
Medina Azahara, las conspiraciones para mermar el poder de Almansur, el deseo por parte de Subn Um Wallad por rebelarse ante el aciago destino de ser parte del Harén... la multitud de poetas que se acercan a la corte para conseguir prebendas... todo ello conforma un entramado de corte casi cinematográfico en sus vívidas descripciones que hacen de esta gruesa novela una afortunada mezcla de trama de «thriller» con la recreación de una de las épocas de esplendor de Al Ándalus. Entramar con acierto esos mimbres no es fácil y quizá ahí resida una gran parte de ese interés que le otorga el público, ese fiel interés que distingue a los lectores de Sánchez Adalid.
Fuente ABC